No porque le pregunta a tus amigos cómo estás, ni vaya todo el tiempo a los lugares dónde creo que vas a estar, no por eso creas que aún te quiero.

No le temas a nada, disfruta de la vida, que aunque a veces no sea de color rosa, solo hay una, y toca vivirla. Ríe, llora de alegría, cae y levántate, enamorate y enamora. El día que al salir de casa y el camino te resulte muy largo, piensa que lo mejor espera al final de él y que los sueños que tanto rondan tu cabeza, pueden hacerse realidad. Dicen que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero en realidad no es así, sí lo sabemos, pero pensamos que nunca lo vamos a perder; así que... Disfruta de las oportunidades que te presenta la vida, el día a día, como si fuera el último. Que el mundo no se te caiga encima por nada ni nadie, que nunca te prometan más de lo que en realidad puedan darte, y sobre todo quiere a quien te quiere.
Da tus besos al príncipe que los merezca, no a cualquier rana que se hace llamar príncipe azul.  Y sobretodo, no cierres la puerta con llave hasta encontrar a quién merezca tener una copia de ella.

Nadie puede luchar en contra de sus sentimientos, tampoco se puede ir en contra de lo que dice tu cabeza, ni siquiera puedes pasar de aquello que un día te hizo tan feliz, ni olvidar todo cuando aún lo sigues teniendo tan presente. Cuando no te salen las palabras que le dedicarías a esa persona tan especial la rabia y la impotencia te comen por dentro, la impotencia se apodera de ti, y la angustia puede contigo.
Nostalgia hacia él, a vuestros momentos juntos, a sonreír día sí y día también... Es tan fuerte lo que sientes que te ves incapaz de todo, incluso de olvidarle, de no acordarte de su último beso o sus buenas noches acompañadas de un te quiero, de tenerle frente a ti y que sea solo tuyo, de saber que eras tú la que rondaba por su cabeza...
¿Quién no echa de menos el principio de su historia o el trayecto de ella? Recapacitar sobre todo, si de verdad estás bien así o de verdad darías lo que fuera por que todo volviera a su normalidad. 
Finales tristes, sonrisas borradas por un par de lágrimas, promesas que pasaron a la historia, dos personas queriéndose con locura separadas por el miedo; el miedo al que tanto rencor le guardo por habérmelo arrebatado tan de golpe.

Se me cae el mundo encima, a veces me pregunto que hago yo aqui entre tanto desorden, tirarse en la cama para evadirse del mundo es imposible, porque tu recuerdo no se despega de mi ni un segundo; el gritar y el callar se complementan y ninguno de los dos sirve, el querer va junto con el adiós, pero el olvido es algo que no consigue su hueco entre mis planes. El futuro espera adelante, pero entre medios está el pasado tan presente que hace de barrera y es imposible dar un paso hacia adelante, poner un pie en él. La acción-reacción es inútil, mi cabeza no lo permite, los para siempre han sido tachados con tippex y ya no tienen ninguna utilidad, al igual que los te quiero, los sentimientos se desbordan entre mi cabeza y mi corazón, casi como un volcán en plena erupción. El mañana ya no es lo mismo, para mi será otro hoy, al igual que el anterior y el siguiente. A mis ganas de luchar les ganan tu orgullo y tus miedos. Intento que en mi corazón gane la razón, pero no puedo ir en contra de mis principios. Eres conocido entre cada diente de león que soplo, la frase echarte de menos lleva tus apellidos, y mi cabeza refleja una imagen tuya cada vez que leo la palabra Él.

Equivócate, asume tus errores. Enamórate, demuéstralo. Ennseá, aprende. Vive, deja vivir.

El día apropiado llega cuando menos te lo esperas, sientes como se va apoderando de tí, tu cabeza empieza a entrelazar pensamientos, cada vez os vais estrechando más, puedes comprobar que se ha formado una perfecta unión; una rigurosa idea evade tu mente durante un tiempo que crees que es ilimitado, nada parece ser lo que era, ahora tus ganas de seguir han aumentado, se han formado ilusiones muy dentro de tí, casi donde se juntan las mariposas del estómago, donde tu corazón late a mil por hora y tu cabeza no para de formularse preguntas; donde se inventa un nuevo cuento con tinta nueva; pero lo que no sabes es que te estás evadiendo del mundo, de todo el humo de las fábricas de las afueras de tu ciudad que inunda el ambiente, donde se forman nubes grises y dejan lugar a la lluvia, donde dos enamorados pasean juntos por el parque y se demuestran su amor sentados juntos en un banco mientras escuchan una bonita canción.
Crees tener todas las respuestas, pero en verdad te equivocas. Crees estar jugando una perfecta partida de pócker en la cual todas esas apuestas van a terminar en tu bolsillo. Todo va a salir de boca, es como cuando haces un examen y sales satisfecho y con la corazonada de obtener una buena calificación. Pero derrepente llega un chaparrón, y mientras vas caminando por la calle te salpica un coche que pasa a toda velocidad, entonces piensas que no es tu día de suerte, pero no te das cuenta de que en realidad tu Martes 13 no ha hecho más que empezar.
Te das cuenta de que en las manos de la otra persona aún queda tinta, una tinta que pertenece a la anterior historia que escribió y no tuvo un final feliz. Los nervios se apoderan de ti, un escalofrío recorre todo tu cuerpo, comienzas a temblar y es ahí cuando rompes a llorar, cuando te das cuenta de que la distancia se esta interponiendo entre los dos, y sientes como va llevándose a esa persona tan especial, única, e increíble que ha pasado por tu vida.

Yo no sé que fue lo que pasó

Ya solo quedan recuerdos, ya no tengo nada de ti, ni siquiera un simple hola, tengo que buscar en mi cabeza y encontrar todos los momentos que pasamos juntos en esos casi 31 días, pocos pero intensos, días de sonrisas, en los que la alegría me acompañaba día y noche, despierta y en sueños, sentía como la adrenalina se apoderaba de mí cada vez que te tenía delante, a apenas 5cm; notaba que me habías ganado por completo, pude darme cuenta de que existía esa persona que dicen que es difícil encontrar o que directamente no existe; te lo dí todo hasta quedarme sin nada.
Mi habitación puede guardar muchos pensamientos, tantas horas unidos por palabras, sonrisas, y lágrimas.
Pero tu habitación recoge el recuerdo de dos personas queriéndose y sonriendo a cada segundo por tenerse el uno al otro, miles de abrazos, y otros miles de besos.

Podemos confundir a una persona con otra, podemos encontrar muchos baches en el camino, podemos soñar despiertos, imaginarnos situaciones que nos gustaría experimentar, vivir plenamente el amor y tristemente el desamor, podemos caer en muchas de las trampas que nos pone el destino, marcar el ahora y siempre o el nunca jamás; pero no podemos confundir los sentimientos del presente con los del pasado.
Hay quien promete  las estrellas y te da la Luna, hay quienes saben decir ''Hasta aquí'' y quienes piensan en un ''Y si...'', los que se mueren por alguien, los que ven la perfección en algo que apenas la roza. Siempre habrá alguien especial para tí, siempre serás especial para alguien, y siempre habrá alguien que te haga sentir especial.
Muchas veces gana la razón al corazón, los fuertes se vuelven débiles, las sonrisas se convierten en lágrimas, porque el café siempre se enfría, los cigarros se consumen, el alcohol se evapora y lo bueno siempre se acaba.

In your head

Nunca habriamos imaginado que algo empezase tan fácil como es el abecedario, que fuera a ir subiendo como la espuma sobre una bañera de agua caliente, y que terminase cayendo como un rayo en un día de tormenta. Lo espectacular a veces esconde su parte mala, esa parte que no creemos que existe cuando estamos ciegos de amor, cuando nos ganan con simples palabras, pero que terminamos viendo también con palabras. Pero son tan bonitos esos momentos en los que le sientes junto a tí que te olvidas de que algún día debe terminar, lo bueno siempre se acaba es ley de vida. Vamos a tal velocidad que no vemos lo que ocurre a nuestro alrededor, es como subir a una montaña rusa, al principio todo va en línea recta, pero empiezan a venir curvas, y cuando subes esa enorme cuesta y lo ves todo, derrepente, caes al vacío. Comenzamos a ahogar nuestras penas en esa sustancia llamada alcohol, que nos lleva a la locura durante unas horas, pero no es la misma locura a la que te lleva el estar a su lado, no sientes la misma adrenalina que sentías cuando caminabáis de la mano por el lugar donde más os gustaba estar o cuando te abrazaba y te besaba, y tampoco es algo que dure eternamente. Sabemos lo que es levantarse pensando en esa persona y acostarse pensando en ella, y aunque no lo podamos remediar buscamos su cara entre la multitud de gente de tu ciudad, hasta que llega un momento que ahí aparece, a lo lejos, reconoces su forma de caminar, su sonrisa inconfundible, la forma en la que se pierde entre la gente... y lo tienes al lado, comienzas a temblar, aumentan las pulsaciones, te sudan las manos, y comienzas a soñar despierto durante esos segundos.. pero debes volver a la realidad, ya lo perdiste y aunque duela debes mirar hacia otra parte.